Entre la diversidad de tareas y dificultad adicional que gravita sobre las agendas de los emprendedores, encontramos una novedad añadida: participar de la tarta de la web 2.0. Pero, qué pedazo cortamos? A menudo asfixiados por el nivel de gastos el emprendedor calcula que basta con una pequeña porción, mínimo crear un sitio web, con su botón de contacto, varias páginas de un contenido atractivo que sirvan como escaparate del producto ofertado, un plano de localización,un par de enlaces atractivos, buzón de sugerencia… Nada más? En ocasiones, se invierte en una mini campaña de marketing, se hace publicidad, posicionamos la marca, alguna estrategia online que nos de soporte pero nada más. En la tarta de la web 2.0

Somos…

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